miércoles, 28 de mayo de 2014

ALCAÑIZ, UN RINCÓN ABIERTO

Uno de mis rincones preferidos de Alcañiz es este, el que forman el ayuntamiento y la Lonja. Para hacer tiempo, todas las tardes jugábamos a los pitones frente a la puerta del ayuntamiento antes de que la Charradera nos llamara a escuela. Me temo que los críos de ahora ya no buscan los agujeros del gua, oinch, qué atraso. Pero todavía igual que entonces, cada sábado de Semana Santa a las seis y media de la tarde, como se puede ver (¿y oír? Una imagen no vale más que mil tambores), la plaza se llena de túnicas azules y todo retiembla con un estruendo atronador.
Fernando Muñoz